La regulación del poder de mercado desempeña un papel fundamental en la protección de los consumidores y la promoción de una competencia justa. Si bien es importante fomentar la innovación y la eficiencia económica, también es necesario evitar los abusos de poder por parte de las empresas dominantes. Una regulación adecuada puede garantizar que los mercados sean transparentes, eficientes y equitativos, proporcionando a los consumidores una amplia gama de opciones y precios justos. En última instancia, el objetivo debe ser encontrar un equilibrio que permita el desarrollo saludable de los mercados y la protección de los derechos e interes
Un equilibrio necesario para la protección de los consumidores
